Duelo en tiempos del coronavirus. Despedir a un ser querido sin velatorio ni funeral ¿cómo hacerlo?

Duelo en tiempos del coronavirus. Despedir a un ser querido sin velatorio ni funeral. ¿Cómo hacerlo?

El duelo es un proceso de adaptación que implica un ritual que consiste en despedir a la persona que muere, que ya no está con nosotros. Implica abrazar y besar a tus seres queridos, estar en compañía de los amigos y por supuesto estar cerca de la persona que perdemos, velarla, incluso verla o  tocarla por última vez. Es necesario para el proceso de duelo hacer este ritual. Vivir con este dolor tan profundo es más complicado si cabe cuando las normas de aislamiento  que impone el estado de alarma impide el contacto físico habitual y que los procedimientos ligados a la defunción de un familiar tenga que realizarse en soledad. Los tanatorios están restringiendo la asistencia de persona, no está permitido hacer apertura de féretro, ni tener contacto físico con tus seres, llegando a ser algo “inhumano”. Es inhumano no poder abrazarse en el dolor. El olor, el contacto, el llorar junto a un ser querido la pérdida de otro, esto es necesario para no volverse loco y no morir por dentro y por desgracia no esto no se da ahora.

Todo los trámites se hacen en soledad. Recoger las pertenencia de tu familiar que no podrás abrir hasta dentro de un mes si es que ha fallecido por conoravirus, o tener que asistir por separado al cementerio en un proceso que se hace rápido y sin los tiempos necesarios, todo esto contribuye a que el duelo sea complicado y la imposibilidad de hacer un buen cierre con nuestros seres queridos.

Pero aunque ahora no nos podíamos ver o abrazar o tocar, podemos sentirnos vinculados a la gente que nos quiere y que está pasando por lo mismo que nosotros, por lo que hay que dar herramientas para que este proceso sea lo menos complicado posible.

Animo a  aquellas personas y familias que estén pasando por un proceso de duelo ahora en esta cuarentena por coronavirus,  ya bien sea por perdida de un familiar por el coronavirus o por otra circunstancias. Hay que hacerlo de forma consciente y es necesario aprovechar los recursos de cada uno y del grupo para fomentar oportunidades de crecimiento. Aquí os doy algunas orientaciones para poderlo llevar a cabo.

Con la familia. Hay que buscar momentos para realizar rituales de despedida que estén adaptados a las diferentes edades. Es bueno dar lugar a espacios para hablar de la persona fallecida, recordarla y compartir experiencias, desde recopilar fotos, gestionar las pertenencias (respetando los tiempos de cada uno) conectar con actividades que se compartían con la persona fallecida.

En soledad. Dar lugar a espacios para la toma de conciencia del impacto que ha supuesto la pérdida. Puede ser buena idea escribir sobre el vínculo que se tuvo con la persona que ya no está y cómo queremos que la persona siga presente en nuestra vida, cuales son mis sentimiento y emociones y qué necesito. Ayuda realizar actividades que en el pasado te han ayudado.

Autocuidados. Es fundamental seguir manteniendo pautas de higiene de sueño y alimentación dentro lo posible, entendiendo que es un momento de desequilibrio e impacto profundo. Respetar horarios y cuidados básicos de salud.

Respetar, acompañar y normalizar las manifestaciones propias del duelo. Conductuales (llanto, silencios, agitación, hiperactividad), emocionales (tristeza, ansiedad, culpa, enfado, indiferencia), físicos (debilidad muscular, falta de aire, vacío en el estómago, falta de energía) y espirituales (reflexiones sobre la propia muerte, búsqueda de explicaciones y de significados, crisis de fe).

Especial cuidado con no recurrir a fármacos que impidan o anestesien la elaboración del duelo. No abusar de medicamentos, alcohol, con el objetivo de mitigar el dolor. Si te sientes desbordado es adecuado recurrir a un profesional que esta a tu disposición de forma telemática para acompañarte en tu proceso.

Recuerda que lo importante es cómo recuerdas a la persona que has perdido, como la mantienes presente y darle valor a lo que te enseñó y transmitió así como lo que llegaste a vivir con esa persona en vida, no te sientas culpable si no pudiste acompañarla al final, tú has hecho todo lo que has podido.

Por último, al igual que durante la cuarentena, se recomienda hacer ejercicio , alimentación sana, hacer actividades en familia. Cuidar o de la misma forma para los retos emocionales y relacionarles que nos plantea el duelo y aprender nuevas formas de acompañarnos a nosotros mismos y al otro.

 

Patricia Perea. Psicóloga Sanitaria y miembro de la Sección de Catástrofes, Crisis y Emergencias del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Oriental.

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